Y a Hacienda ni te cuento

(Viene de la anterior Dreamstoria)

Haz una lista de las cosas que más gustirrinín te han dado en esta vida.

1.Acostarte con Brad Pitt

2.Tumbarte a la Bartola.

3.Masaje de pies.

4.Mear desde la ventana.

5.Cantar bajo la lluvia.

6.Visitar las Minas del Rey Salomón.

7.Sacudir las alfombras.

Así cinco días.

Pero no. Lo que más gusto da en la vida es sacarle pasta a Hacienda.

Y si no te lo parece es porque no lo has vivido.

Te lo aseguro.

Mira que he estado con Monica Bellucci y con Elsa Pataky. Con las dos a la vez.

Tumbado a la Bartola mientras me masajeaban los pies y me rascaban la espalda con una rama de eucalipto.

He meado desde la décima planta del Waldorf Astoria mientras empezaban a llover chuzos por mis malos cantares.

Y en las Minas del Rey Salomón me lié a dar leches a las alfombras voladoras de los ladrones, que no lo eran tanto como Hacienda.

Pues sacarle 700€ a Hacienda es imbatible desde el punto de vista G.

Absolutamente demencial.

Lo que pasó es que me quisieron crujir por una cosa que declaré incorrectamente.

Pero ellos también la cagaron al querer crujirme.

Y sin otro asesor más que mi habilidad para escribir textos persuasivos, me pinté con los colores de guerra y empecé a divertirme hasta que me llegó la transferencia del Erario Público.

Alí Babá no bailó tanto ni en las Mil y Una Noches.

Pues resulta que conseguir cosas a través de la poderosa fuerza de las palabras es lo mismo que saber venderle cualquier cosa a cualquier persona.

Convencer. Persuadir. Ligar. Vender.

Y se puede aprender.

Soy bueno en esto. Si me quieres no irse. Aquí me tienes.

P.D. No soy barato.