Vente a ligar a la universidad

Esto me dijo ayer el conserje que ocupa el puesto de la universidad que yo dejé hace unos años antes de dedicarme profesionalmente a esto del copywriting.

La conversación empezó porque Ernesto se enteró de esto que estoy haciendo y me llamó.

-Paco, eso de aprender a ligar me gusta. Y lo necesito, porque por aquí pasa cada una que flipas.

-Ernesto, calla la boca que te van a llevar esposado.

-No hombre, pero si no me atrevo a decirle nada a nadie.

Y siguió contándome que desde hace poco está loco perdido por una profesora de marketing que da gusto verla. Que están ahí, él cree que como tonteando. Así en plan…

Ernesto, me parece que se te ha pegado la jerga de los milenials.

A lo que vamos. Resulta que la tal profesora -Abril se llama para quienes la conozcan- va por el mostrador desplegando sus encantos y el otro día el bueno de Ernesto cometió un desliz al darle la llave del aula, porque le dijo a la rubia:

-Aquí tienes la llave la habitación.

Y después tierra trágalo cuando la profe le respondió:

-En qué estarás tu pensando…

Pues ahí tienes el momento de tu entradilla, le estuve explicando a Ernesto. Busca algo adecuado para dar ese paso de gigante que estás buscando.

Y le conté algo de lo que yo haría para salir con Abril a tomar una copita.

Las técnicas del copy también se pueden aplicar al ligoteo porque las palabras tienen mucho poder. Mucho más cuando se pueden escribir y mensajear a través de las redes sociales.

Sin recetas mágicas. Sin milagros.

Con pautas y aplicando correctamente unas herramientas.