Mira primero a ver si alguna vez alguien de tu familia te dice que te quiere.

¿Te lo dice tu marido? ¿Acaso tus hijos? ¿Tú mujer te dice que te quiere? ¿Tus padres? ¿Y tus hermanos?

Digamos que, entre algunos de estos, alguna vez alguien te diga que te quiere.

O digamos que no, porque para el caso es parecido. Porque dicho en alto, o tal vez silenciado, para saber si tu familia te quiere tendrás que remitirte a los hechos.

Y en verdad te digo que el momento de comenzar con esa actividad que tanto te motiva, es una piedra clave en el camino de la vida familiar.

¿Cuánto amor hay en el saldo de tu cuenta bancaria o dispones en tu tarjeta de crédito?

Exactamente. Patatero. Lo mismo que de desamor. None.

Pues llegada la hora de la verdad para ti, valiente emprendedora, necesitas sentir que tu familia te quiere. Y un pequeño apoyo es mejor que el mejor de los te quieros.

Porque el apoyo de la familia es queroseno para el impulso que diariamente necesitas para:

1.Ser disciplinado.

2.Estar enfocado.

3.Tener reflejos.

Y 4.Recuperar el aliento cada vez que lo hayas perdido, lo cual te estará pasando una vez detrás de otra.

Y como amor con amor se paga, también tienes que añadir como punto 5 al listado anterior, tener cuidado de que tu familia sienta que merece la pena ese apoyo que te dan.

No te voy a contar eso de ir en el mismo barco o que -llegado el caso- las ratas son las primeras en salir huyendo, porque ya te lo sabes de carrerillas.

Igual que sabes que tú serás el último en rendirte.

Para conciliar tus sueños con los miedos de tu familia, he escrito algunas pautas en este libro titulado Sueña sin perder de vista tus lentejas.

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