Torrente no eres precisamente
Ni falta que te hace, le respondí fijando mis ojos en su pupila azul.
No es verdad, estábamos hablando a través de emails porque se nos cayó el Skype.
Sonia me escribió después de haber asistido al curso que di en la empresa donde trabaja de limpiadora. Lo hicimos bien en Zamora, con presencia de toda la plantilla.
TODA
Desde el gerente hasta Sonia, la que limpia.
Y me escribió para comentarme alguno de sus desvelos. Porque no se ve capaz de comenzar en una cosa en la quiere meterse.
Por eso me dice que un torrente no es porque se nota sin fuerza suficiente para atacar, que se siente más como la lluvia fina.
PUES AHÍ LO TIENES
Te tienes que meter eso que te vas a meter, pero siendo como eres. No se te ocurra interpretar un papel que no es el tuyo, porque serás desdichada.
Aunque hagas funcionar el invento ese que llevas entre manos.
Porque llegaría un día -en el mejor de los casos- en que la facturación no compensará lo que te cuesta trabajar.
Porque este paso que estás dando no es sólo por dinero.
ES POR TI
Por eso:
1.Ponte en claro tu propósito.
2.Te vas a levantar cada mañana para eso mismo.
3.Destaca lo que más te apasiona en todo esto.
4.Cada día una nueva pequeña meta.
5.Progresando poco a poco.
Porque eres como la lluvia fina, que tienes que empapar.
6.Ponte en tareas muy concretas. No muy grandes.
7.Descansa entre ellas para mantener la concentración.
Porque no eres un torrente. Porque tus objetivos no serán a base de abrir brechas, sino de calar a fondo.
8.Verás que vas a conseguir un
CAMBIO RADICAL
Que se llama:
Pasta haciendo lo más te mola.
Te invito a leer Sueña sin perder de vista tus lentejas.
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1.Por 10€ y ya está.
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