Tienes toda la pinta de no reciclar un pimiento
Eso me lo dijo hace un momento un malasombra que estaba al lado del contenedor de la basura. Ahí quieto como una alondra.
Y cuando me ponen a güevo la respuesta soy más certero que la mar.
Y TÚ TAMPOCO RECICLAS
Sólo reciclan las empresas que se dedican a ello con ánimo de lucro. Nosotros somos meros separadores de residuos que hacemos gratis parte del trabajo.
Ya no sé que más dijo la alondra porque me fui haciendo mutis por el foro.
Las palabras que usas tienen más importancia cuanto más delicado es el asunto para el que tienes que escogerlas.
Muchísimo más cuando estés hablando de temas políticamente incorrectos. Bueno políticamente y legalmente, porque hay cantidad de rollos sobre los que ya no se puede hablar ni escribir porque lo prohíbe la ley.
Y cuidado con esto.
PORQUE LA LEY HAY QUE CUMPLIRLA
Escrupulosamente. De cabo a rabo. Incluyendo sus lagunas, que en muchas ocasiones te harán salir victorioso diciendo lo que te salga de los huevos y siendo respetuoso con las normas.
Esta Dreamstory no quiere ser un llamamiento a la subversión. Nada más lejos la intención de este copy.
El león no hace falta ponerlo en la puerta. Pero si te preparas serás capaz de posicionarte sin faltar el respeto a nadie, cumpliendo las leyes y posicionándote por encima de quienes carecen de estas habilidades de comunicación.
En las páginas centrales del Curso para vender cualquier cosa a cualquier persona se explica un procedimiento para ejercitar esto de los temas delicados incorrectamente políticos y políticamente incorrectos.
En síntesis:
1.Infórmate sobre la cuestión delicada.
2.Contrasta opiniones en un sentido y el contrario.
3.Valora los perfiles de tus interlocutores.
4.Por fin adapta el argumentario a tu personalidad.
Y entrena. Háblalo mucho con el espejo. Hasta que te sientas cómodo y lo trates con naturalidad.
Poco a poco incorpora más asuntos a tu repertorio. No hay tertulia que se resista.
Si tienes sentido de humor mucho mejor. El animus jocandi es la figura del Derecho que asiste a quienes no queremos ofender al hablar claro.