Tienes que entrenar

Porque sin entrenar no lo puedes conseguir.

Pero cuando digo entrenar quiero decir entrenar mucho, mucho, muchísimo.

Porque intentar ganar sin entrenar no se puede.

Puedes jugar a la lotería. Por supuesto.

Pero las opciones que tienes son mínimas tirando a ninguna.

Y esto no te lo cuento para tocarte el kiwi ni para presumir de lo mío, aunque es verdad que nunca para de entrenar en mi trabajo.

¿Curioso, verdad? Entrenar para trabajar… aunque en realidad es todo lo mismo.

Porque si no entrenas de manera continuada, antes de que te des cuenta estarás chirriando. Y se acabó.

ATPC

Por eso te lo cuento en primer lugar.

Y segundo:

Por congruencia, porque es lo que me parece normal.

Vendo mis formaciones de manera natural, con la misma comodidad que pago las formaciones que compro cada vez que lo necesito.

Congruente, normal, coherente, natural…

También por eso evito ser lo que no me ha gustado encontrarme por ahí.

Porque conozco la diferencia entre un buen profesor y otro pésimo.

Y también el buen rollo que produce la sensación de confianza en alguien antes de soltarle la pasta.

Conozco el miedo que estás pasando porque yo también lo pasé.

¡Y que sigo pasando más miedo que la mar!

Pero también conozco las ganas y la motivación, y por eso me dedico a esto.

Mira que soy bueno si tu estás dispuesto a esforzarte.

Porque aquí sólo hay una cosa segura:

Trabajo

(Bueno dos) y entrenamiento.

Y también es seguro que hay una cosa que seguro que no hay:

Milagro

(Bueno dos) ni recetas mágicas.

Por eso te propongo un método de trabajo y comenzando por el entrenamiento.

Es este.

Curso por correspondencia para aprender a vender cualquier cosa a cualquier persona.

Y se compra aquí.