Hay trabajos que no cuestan trabajo.

Quizás es por eso que no todo el mundo los valora.

¿A que nadie duda de que el electricista está trabajando cuando lo vemos en casa tirando cable?

Pues cuando este copy está en casa juntando letras como un loco, a nadie se le ocurre pensar que está trabajando.

¿También te pasa lo mismo?

Da igual si trabajas en casa o fuera.

¿También te molestan pensando que no estás trabajando?

Creo que eso sólo nos sucede a quienes trabajamos haciendo lo que amamos.

Porque deber ser verdad que no nos parece estar trabajando.

O porque desde fuera da esa sensación.

No conozco a nadie a quien su mujer vaya a la oficina y entre sin llamar.

Sin preguntar si tiene un momento para hablar.

Que se ponga 30 minutos a contarle todo lo que se podría haber contado en 3.

Y que termine diciéndole que antes de volver a casa se pase por la panadería porque ha dejado encargados unos rollitos de vino y tiene que recogerlos.

Están pagados.

Ninguna mujer haría esto. Excepto la del copy.

Y la de quienes trabajan en casa apasionadamente porque trabajar no les supone mayor esfuerzo.

Conciliación…

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