¿Recuerdas tu primera vez?
Mira que tengo curiosidad por conocer cómo se lo montan los demás, por lo que será estupendo si me lo quieres contar.
Igual te apetece.
Y puedes hacerlo por mensaje privado, aunque la gracia es que tus conocimientos sean útiles a más personas.
También para dinamizar el post.
Pero como entiendo las mil razones para que la participación sea nula, voy a contaros mi primera vez.
Comenzando en la Universidad necesitaba dinero. En casa también hacía mucha falta porque mis padres no iban sobrados, ni mucho menos.
Así que a currar.
Primero probé de camarero, pero es un oficio muy duro en el que no fui capaz de adaptarme.
Y después respondí a un anuncio de esos del periódico, para vender una guía médica a domicilio. A puerta fría, pero fría, fría, fría, tras un cursillo de formación de unos 10 minutos.
Comencé una mañana, intentando explicar a quienes me abrían la puerta, lo maravilloso que era tener ese material didáctico para salvar vidas.
Y en la tercera visita una señora mayor me abrió las puertas de su casa.
Me dijo:
-¡Qué guapo!, me recuerdas a mi nieto
(Gracias, señora)
-¿Estabas el domingo en la Explanada poniendo banderitas de la Cruz Roja?
(Ya lo creo, señora, ¿acaso me vio usted?)
-¡Siiiiiii!, y dudé en si eras mi nieto.
(Ufff, esto pinta bien)
Así que fui directo.
Le mostré un folleto, le pedí la cartilla para anotar el número de cuenta para domiciliar los recibos mensuales y 100€ en efectivo para sellar el trato, lo que la señora fue haciendo sin dejar de sonreír.
De aquella primera venta aprendí:
1.Las habilidades emocionales son un factor clave.
2.Ser valiente y decidido también.
3.No aprovecharse de un engaño, porque se me quedó muy mala sensación.
A pesar de que el “jefe” me abrazó porque -según él- nadie lograba vender una guía médica en su primera mañana de trabajo de venta a domicilio.
100€ que nos repartimos a medias, según lo acordado.
¿Qué te parece?
¿Por qué no me cuentas cómo fue tu primera venta?