Puede que el tren que tenías que coger no fuese el primero que pasó
Mira que hay trenes que pasan y pasan. Uno detrás de otro.
Que pierdes uno, pues te esperas a que pase otro. Eso es lo fácil del asunto.
Aquí la gracia está en elegir bien en qué tren te subes.
AHÍ ES DONDE YO TE QUIERO VER
Coño, Paco. Esto es lo más fácil que me habías planteado nunca. Estoy en A y quiero ir a B. Salir por la mañana y llegar por la tarde. Entonces tengo uno a las 9:00, otro a las 9:50 y todavía llego si me subo a uno que pasa a las 10:40
Muy bien, crack.
Ahora te cuento lo que podría sucederte.
Elijo el transporte público siempre que puedo, que es siempre.
Preferentemente el tren.
Porque me encanta viajar en tren y porque así son menores los gastos que te tengo que repercutir cuando me contratas para una formación presencial.
Que cuesta 1.000€ más los gastos de viaje y que puedes contratar aquí.
Pues ayer mismo viajé por dicho motivo. En tren.
Y RENFE me la jugó retrasando mi tren un par de horas. Una minucia.
Y RENFE tenía en circulación otro tren con el mismo destino que, llegando a su hora prevista, iba a aparecer al mismo tiempo que el retrasado. Con perdón.
Y esa especie de Gremlin que ahora hacen las veces de jefes de estación, me dijo que podía elegir a cuál subirme.
CARA O CRUZ
Eso me dijo el bambino. Vaya menda.
Pero llegar a tiempo a la formación presencial que me has contratado es algo muy serio. Nada de jugar al cara y cruz.
Por lo tanto, analicé las diferencias entre ambos trenes y opté por el de mayor categoría jerárquica.
Así, aunque salieron a la vez, el mío tenía preferencia de paso y llegó a tiempo.
Mientras tanto el otro siguió acumulando retraso. Un panolis.
IMPORTANTE
Siempre hay algún matiz que determina que la elección no se a cara o cruz.
P.D. Arribas tienes el enlace para contratar tu próxima formación. Seré puntual manque se retrase el tren.