Nací el mismo día en que llegamos a la Luna. Como destino en lo universal está muy chulo para un recién nacido pero como tomadura de pelo no tiene parangón.

De vez en cuando nos lo recuerdan.

Un pequeño paso para el hombre.

Cada día de mi cumpleaños me contaban el cuento chino. Ahora lo cuento yo.

Porque no me lo creo. Nadie debería creérselo.

Y como me dedico a escribir para persuadir, lo voy a escribir y te voy a persuadir. O a lo mejor me quedo con las ganas.

Quien sabe.

¿Sabes cómo era un ordenador hace más de 50 años? Un pedazo de armatoste que había que guardar en una pedazo de habitación y que servía para poco más que resolver unos pedazos de cálculos.

¿Y cómo era un avión hace más de 50 años? ¿Y un secador del pelo? ¿Y un frigorífico? ¿Y un microondas? ¿Los coches? ¿Qué tal con okal?

Después de más 50 años de avances científicos impresionantes aplicados en las tecnologías:

1.Llevamos un ordenador en el reloj de pulsera.

2.Un ordenador que nos conecta con el mundo.

3.Podemos trabajar interconectados.

4.Carece de limitaciones.

Los aviones lo mismo. Y los secadores del pelo. Y todo lo demás.

¡Lo que es el progreso!, que decía Pepito Grillo.

Y los artistas de la NASA nos cuentan que ahora están estudiando enviar de nuevo una expedición a la Luna. Sin tripulación.

Más de 50 años después. Nos toman por gilipollas. Y con toda la razón.

Si hubieran pisando la Luna aquel día del paso gigante para la Humanidad, en la actualidad habría un puente aéreo de low cost.

No es la conjetura de este Copy lunático. Los avances tecnológicos lo avalan.

No llegaron. Y todavía no pueden hacerlo.

Sin embargo tú puedes llegar muy cerca. O entrar de lleno. Mira esto. Por 30€ es casi un viaje astral.

P.D. No te vayas a estrellar.