No estás haciendo nada

Seguro que ahora mismo tendré a algún suscriptor metiéndome caña con lo de la doble negación.

No estás haciendo nada significa que estás haciendo algo.

Vale.

De acuerdo.

Tienes razón.

No discutamos.

Porque tienes razón, no por no discutir.

Es verdad que estás haciendo algo, pero lo que haces es muy poco.

En tu interior sabes que tienes que hacer algo de una vez por todas.

Por eso desde hace tiempo llevas tu idea entre manos.

Por eso estás leyendo libros.

Escuchas podcasts y levantas las orejas cada vez que a tu alrededor se mueve algo de eso que tanto te interesa.

Pero nunca pasas de ahí y

TE EXPLICO POR QUÉ

Porque crees que todavía no estás preparado.

Porque tienes miedo a fallar.

Porque quieres que tu comienzo sea perfecto.

Y en realidad te sucede que:

Estás estancado.

Te encuentras desmotivado.

Te sientes paralizado.

Y estás peor que cuando comenzaste a darle vueltas a las cosas.

Porque nada hay peor que adquirir conocimientos y no actuar en consecuencia.

Es como si por fin tuvieras una varita mágica y la abandonaras en un rincón criando polvo.

Te podría poner otro ejemplo de polvo, pero me parece que no hace falta. Lo entiendes de sobra.

Por eso te recomiendo 1 y 2:

1.Empieza ya. Con lo que tengas. Lanza el primer dardo.

2.Pon en práctica las pautas que te indico en el Curso por correspondencia para vender cualquier cosa a cualquier persona.

Aquí lo tienes.

P.D. No nos engañemos. No existen varitas mágicas. Lo de antes era un ejemplo no más. Lo del polvo tu sabrás.

El libro Sueña sin perder de vista tus lentejas no te iría nada mal.

Este lo puedes comprar aquí.