Lección de ventas sólo hay una
Y a ti te encontré en la calle.
Todo nos lo vamos encontrando en la calle, menos a una madre. Una madre no se encuentra.
La mía me ha enseñado muchas cosas, cosas de esas que te dejan huella, cosas de esas que te sirven. Lecciones.
Mira esta lección de venta que sólo hay una. Sólo una porque me la ha enseñado mi madre mientras iba por la calle.
Esta buena mujer padece unos temblores esenciales que le afectan tanto a la movilidad de las piernas como a los momentos en los que se encuentra de pie y quieta.
Súbitamente le dan como unas convulsiones y entonces:
1.Se sienta
2.Echa a andar
Y claro, por la calle no siempre hay un banco cerca, por lo que lo íbamos resolviendo dando unos pasos. Ahí se interrumpen las putas convulsiones.
Esos pasos los da ayudándose de un bastón inglés, de esos que cubren también el antebrazo, pero que no me ofrecen ni un pimiento en cuanto a seguridad.
-Mamá, ¿por qué no pruebas un andador?
Te dará seguridad y además puedes sentarte en ese banquito que llevan.
Mi madre:
1.No
2.El médico dice que no me iría bien por mis temblores.
Y bueno… como andaba insegura con el bastón no me gustaba ni un pelo.
Y bueno… por probar un andador nada iba a perder. Unos 200€.
Y bueno… pues resulta que el invento ha resultado eficaz y ahora la señora va por su cuenta a:
La farmacia
La peluquería
La carnicería
La panadería
Además, tan contenta.
Y bueno… querido aspirante a cliente, ¿por qué no pruebas un curso andador?
Te dará seguridad y además puedes sentarte en ese banquito que llevan para ejercitar todas sus didácticas actividades.
1.No
2.Mi amigo dice que no me iría bien porque ya lo sé todo sobre ventas
Y bueno… como iba con el bastón no me gustaba ni un pelo.
Y bueno… por probar este curso nada ibas a perder. Unos 30€.