Las peras con las peras y los churros con los churros

Si has estado en la mili seguro que observaste un curioso fenómeno. Cuando llegas ves gente de todo tipo y después de pasar por la “pelu” y recoger la ropa a medida -el uniforme que te entregan a medida que vas pasando, desaparecen los tipos y todos te parecen iguales.

Ya no reconoces a ninguno de los que viste en el tren.

Ni están los que estuvieron contando chistes contigo mientras esperabas a que abrieran la garita.

Por eso te pones a hablar con los tres o cuatro pelones que tienes más cerca.

PROXIMIDAD

Ese es el criterio de reunión el primer día. Te acercas a los de más cerca.

Pero en cuatro días afloran tanto las atracciones como las repulsiones y los grupos se organizan con mayor solidez.

Los pintas con los pintas.

Los serios con los serios.

Los fumetas con los fumetas.

Los que estudian con los que estudian.

Los vagos con los vagos.

Los que corren con los que corren.

AFINIDAD

Cada cual se va asentando donde se encuentra más a gusto.

Las peras con las peras y los churros con los churros.

Y si no has hecho la mili lo habrás comprobado en el Colegio Mayor.

O en la fábrica esa que llevas veinte años y estás harto.

O en el equipo de fútbol.

O en el grupo de madres del colegio.

O en tu comunidad de propietarias.

Bien.

Alguien podría pensar que para el curro también vale esto.

Pero no va así la cosa.

Tus clientes son cada uno de su padre y de su madre. No los puedes englobar tan fácilmente.

Gestionar una cartera de clientes es complejo.

Si quieres saber qué elementos básicos hay que aplicar para aumentar ventas, aquí tienes este Curso por correspondencia.

Son 30€.

Si no te llega tienes un problema que no es cosa mía.

Si lo compras y te curras esas actividades comprobarás que mejoras seguro.

Es aquí. El mismo sitio que te dije antes.