La Tierra ha interrumpido su suministro de gravedad
Tardé algunos segundos en darme cuenta de lo que acaba de ocurrir.
Una extraña sensación de ligereza invadió todo mi cuerpo, como si de pronto me hubiera convertido en una pluma.
¿Estaré sufriendo un mareo?, me pregunté desconcertado. Pero tuve que contestarme pues mi cabeza funcionaba con perfecta lucidez.
¿Qué me ocurre entonces?, -volví a preguntarme cada vez más perplejo. ¿Por qué me noto repentinamente hueco, como si mi peso me hubiera abandonado? ¿Por qué no he sentido, al finalizar la trayectoria de mi salto, el golpe de mis pies en el suelo…?
Un peatón que se acercaba al charco en dirección contraria a la que yo había seguido, me dio la respuesta:
-¡Oh!, gritó al verme, deteniéndose estupefacto.
-¿Qué pasa?, dije asustado.
Pero él, incapaz de articular una palabra, se limitó a hacer gestos expresivos mirando a mis pies.
Miré hacia abajo, y al ver lo que vi por poco me desmayo:
¡Yo estaba parado en el aire!
Álvaro de Laiglesia finalmente se despertó de su sueño, según nos cuenta en su novela En el cielo no hay almejas, uno de los libros recomendados que enganchan.
Cosas que tienen los genios y que resulta útil para mostrar que los sueños por sí mismo no tienen utilidad.
Sobre todo cuando soñamos despiertos. Estos todavía son más inútiles si nos limitamos a soñar.
Si de verdad queremos lograr lo que soñamos, tenemos que plasmar ese sueño en un plan de trabajo. Si es verdad que queremos lograr ese sueño de verdad.
Pero de verdad de verdad y no de verdad de boquilla.
En mi libro recomendado en pdf Dream Lentejas, de nombre de pila Sueña sin perder de vista tus lentejas, verás como se puede trazar un plan de salto hacia ese objetivo que sueñas, sin que esta salto lo sea hacia el vacío.
Encontrarás como afrontar tus miedos y los pensamientos negativos de quienes te rodean. Las páginas 133 y 134 tienen tu clave.
Puedes comprarlo aquí por 10€. Te lo recomiendo.