La condena de Schopenhauer
Mira bien mi querida señorita suscriptora. Y dime qué te sugiere el título de la Dreamstorieta de esta semana.
¿Qué ese tipo fue condenado?
¿Quizás que él tuvo el cometido de imponer la condena?
¿Tal vez que nadie leerá un rollo relacionado con semejante nombre?
Y precisamente por eso he puesto el título que me ha dado la gana. Sin venir a cuento lo de la condena. Porque si es verdad que la gente casi nunca lee, mucho más seguro es que Schopenhauer tira para atrás.
Lo sé y lo asumo.
Pero resulta que se sacó de la chistera un pensamiento muy interesante que me interesa mucho incorporar a estas formaciones.
Porque según este pensador de patillas blancas y tremendos cojoncillos:
“La Humanidad está condenada a oscilar eternamente entre la tensión y el aburrimiento”
¿Tanterao mi querida señorita suscriptora?
Pues dime ahora qué te sugiere ese mensaje tan claro y conciso.
Exactamente. Todo eso y además que la Humanidad somos también tú y yo y Maroto el de la moto.
Y además que vender es un estado de ánimo oscilante pero que nunca ha de llegar al extremo de la tensión. Eso por un lado.
Ni al límite del aburrimiento por la otra parte.
En este momento hay que recordar que estás aquí para:
APRENDER
REINVENTARTE
REFRESCAR
RECICLARTE
ASIMILAR
y COMPRENDERTE
Con el beneficioso objetivo cumplido de:
VENDER
GANAR
CONVENCER
GANAR
PERSUADIR
GANAR
LIGAR
y GANAR, GANAR Y VOLVER A GANAR
Ya sabes que para eso tienes que estar con los veinticinco sentidos puestos en alerta.
Para la maravillosa parte de esa Humanidad que tú eres, oscile entre la profesionalidad y la diversión. Vendiendo, convenciendo, persuadiendo y ligando en un ambiente distendido.
Te las sabes todas, aunque todavía te falta por conocer mi método para vender cualquier cosa a cualquier persona.
Verás que las mismas pautas te van bien para ligar.