Hay que ver las ganas de jubilarse que tiene la gente
Esto me decía anoche Carmen, una de las personas que asistió a mi curso presencial del pasado enero en Murcia.
Y es que a menudo soy yo quien más aprovecha esta formación profesional, de tanto y tanto que aprendo de vosotros.
Me escribe:
¿Por qué crees que la gente tiene tanta ansia por jubilarse? ¡Pero si jubilarse es la muerte!, y no lo digo solo en sentido figurado.
Intento chatear con Carmen usando los poderes telepáticos de la mente, para que me siga contando sus razones.
Y sigue:
El otro día me quedé de piedra escuchando una conversación en el puesto de la pescadería. Entre dos personas que estaban contando los pocos años que les quedaba para jubilarse:
-Pues a mí me quedan 5 años hasta los 67.
-Pues a mí a ver si tengo suerte y me jubilo a los 63 porque el decreto nosequé dice nosecuá.
Paco, yo creo que estas personas deseosas de jubilación han trabajado en curros de mediopelo, simplemente por ganarse la pasta. Han trabajado como burros y al jubilarse se liberan, siguen ganando algo de pasta pero sin esfuerzo.
Y no niego que pueda ser agradable, lo que es muy merecido. Por supuesto.
Lo que digo es que quienes tenemos la suerte de trabajar en nuestra vocación lo vemos de otra manera. Porque el trabajo es algo que realizamos con menos pena. Yo sigo trabajando porque siento que cada vez trabajo mejor, y quisiera no cumplir años para jubilarme nunca.
Aunque tampoco niego que cuando me llegue la hora también creo que me resultará agradable.
Pero ni tengo prisa ni pienso en ello. Me gusta mucho lo que hago.
Termino mi chat con Carmen y me quedo reflexionando. Una de las ventajas de la formación presencial que doy en forma de curso, es que siempre termino aprendiendo de los asistentes.
Si quieres asistir a uno y que todos aprendamos un poco más, aquí puedes contratarme.